tendencias | Edición #79
Hace muchos años atrás, algunos de los tantos inmigrantes que desembarcaron en Argentina decidieron fundar los primeros locales de venta de plantas en el país. Muchos años después llegó Terramo Botánica a la ciudad, un emprendimiento rafaelino que acerca la naturaleza a tu hogar.
Terramo Botánica nació en 2018. Nació del sueño de una rafaelina que “necesitaba un cambio de vida”. Así lo relató María Belén Calcabrini, la dueña y creadora de este emprendimiento que comenzó destacándose por sus kokedamas, una técnica japonesa con más de 500 años de antigüedad, con la que busca reivindicar el pasado.
“A veces nos hace falta volver atrás para bajar un cambio, como para ese cambio de vida que yo quería”, detalló la emprendedora.
Belén, quien de joven trabajó en un local de venta de flores y plantas, comenzó sin un local propio. “Cargaba todas las plantas en el auto” e iba recorriendo las distintas ferias que se hacían en la ciudad, hasta que llegó la pandemia de coronavirus y tomó la decisión de armar el emprendimiento en su casa. “En las ferias fue donde me hice conocida”, aseguró.
Sin embargo, Belén no solo se hizo conocida por las ferias, sino que también se ganó a sus clientes por su calidez para con ellos. “Me gusta que la gente se sienta motivada, que me explique bien para dónde quiere la planta, para que no se desanime, al contrario, para que se motive a tener más plantas”, manifestó la emprendedora, quien lleva adelante un “consultorio virtual”, en donde los clientes le escriben, ya sea a través de Instagram o WhatsApp, describen lo que necesitan, para dónde lo necesitan, envían fotos, y así, la emprendedora les aconseja qué clase de planta llevar.
De esta manera, Belén intenta romper con el mito de que algunos tienen “mano” para cultivar y cuidar plantas, y otros no. “No es solo vender la planta, es explicar cómo la cuidas, qué tenés que hacer, regarla, cada cuánto. Eso está bueno, porque sino es como vender cualquier cosa y es un ser vivo, hay cierta responsabilidad”.
A su vez, otro de los puntos que caracterizan a Terramo es su relación con el desarrollo sustentable. “Me gusta esa idea de contagiarle a la gente el cuidado del medio ambiente, porque somos nosotros los responsables. La kokedama tiene que ver también con eso, de sacar la maceta de plástico y que la planta esté en una maceta natural, de musgo. Entonces reducir el consumo de plástico, de papel y crear hogares más sustentables, con menos contaminación y más aire puro”, destacó Belén.
Es por esta razón que la emprendedora también hace sus propias bolsas: “Quería buscar un papel, por supuesto, representativo. Así que también armo las bolsas para las plantas, es decir, el packaging. Soy muy detallista”.
Terramo, que lleva ese nombre en alusión al “amor por la tierra”, cuenta no solo con kokedamas, sino que además tiene “plantas raras”, como las describe su dueña, de diversos tamaños; canastos de los aborígenes de la comunidad Qom; macetas de arena volcánica y ahora también incorporó flores secas o preservadas para armar sus propios bouquets. “Todo lo que sea trabajo de manualidad me fascina”, afirmó la emprendedora.
Es así como Belén visita viveros mayoristas de otras ciudades intentando buscar siempre diferentes proveedores que le vendan “algo distinto”. “Me gusta tener plantas raras y exóticas. Y ahora también tengo de exterior”, puntualizó.
A diferencia de muchos, a la emprendedora la pandemia la benefició, debido a que durante los meses de confinamiento estricto, “la gente se fue dedicando más a su casa, a ver el entorno de su casa. Antes como trabajaban ocho horas afuera no veían esa falta. Al estar en casa, creo que todo lo que fue el tema de decoración explotó. Así que, en ese sentido, para mí el año pasado fue muy productivo. Es más, la producción de plantas se terminó antes de tiempo”.
Mientras observa su alrededor repleto de verde, Belén reflexiona: “Esto de ser emprendedora me parece que es re importante, porque es como que tenés un motor interno distinto. Es tu emprendimiento y lo llevás en el corazón como una pasión”.
Para cerrar, la creadora de Terramo remarcó que con su emprendimiento busca “que la gente se acerque más a la naturaleza” y que sepan “que no hay que ser un experto para tener una planta en casa. Ese mito de que si sos mano verde o no basta, que se vaya. Todos podemos tener una planta en casa y cuidarla. Por eso me gusta charlar con la gente”.