salud | Edición #84
La hemodinamia es el proceso de cateterismo cardíaco; se encarga del estudio anatómico funcional del corazón mediante la introducción de finos catéteres por las arterias de la ingle o del antebrazo.
Jorge Fiorito, licenciado en productor de imágenes, nos relata cómo fue transformándose este procedimiento a través de la historia. “Siempre estuve en relación con el Sanatorio Nosti, comenzamos haciendo tomografías computadas, en el año 1992, hace 30 años, empezamos a hacer hemodinamia. Los equipos de aquella época no eran como los actuales. En sí la técnica no varió mucho. Solo el lugar del abordaje, los materiales. Lo que realmente cambió fue el proceso post estudio, el proceso de la imagen. Nosotros hacemos el cateterismo con un equipo de rayos X que tienen un circuito cerrado, pero anteriormente, en aquel momento lo único que teníamos era la imagen en vivo mientras llevábamos a cabo el procedimiento y el estudio quedaba registrado en una película de 35 milímetros, que medía 90 metros el rollo, el cual estaba adentro de un magazine en una caja, herméticamente cerrada. Entonces cada vez que queríamos ver algo en el monitor veíamos cómo el catéter avanzaba y cuando queríamos dejar registrado algo, apretábamos el pedal de cine, y empezaba a correr la cinta con un sistema de espejos que imprimía la imagen a medida que iba corriendo la cinta. Cuando levantábamos el pedal, paraba y entonces pasaba de un lado hacia el otro del magazine, todo completamente a oscuras y así íbamos registrando cada procedimiento”.
“Una vez que terminábamos el estudio se sacaba el magazine con el rollo adentro y nos dirigíamos al cuarto oscuro para luego revelar las imágenes dentro de un líquido. Este proceso duraba cuatro minutos exactos a una temperatura de 28 grados, ya que no se podía levantar el rollo. Cuando esto concluía, debíamos esperar a que se seque sin que se toque para evitar que se pegue. Para esto usábamos un aparato especial que emanaba aire. Después íbamos a verla en un dispositivo que se llamaba tagarno, que era tal cual un proyector. En el mismo poníamos el rollo y mediante una ruedita lo hacíamos girar para adelante o hacia atrás para que se vea bien el movimiento de las arterias”.
En este entonces, por cada paciente debían tener un rollo, es decir que se dividieron por abecedario para una mejor organización.
Aproximadamente en el año 2000, comenzó la digitalización de las imágenes, y el cuarto oscuro quedó de lado y aparecieron los CD’s.
“Hoy en día podemos hacer cualquier cosa con las imágenes gracias a la tecnología, desde zoom, las guardamos en la computadora con todos los datos, y demás. El mayor cambio fue en el proceso de la imagen”.
El Sanatorio Nosti, siempre tuvo la predisposición de modernizar los equipos, de invertir. Actualmente existe un equipo nuevo proveniente de Holanda especialmente al sanatorio. En todos estos años hubo cuatro equipos, siempre transitando un cambio permanente.
“Es muy valorable que este sanatorio siempre estuvo modernizándose, tal es así que el equipo de hemodinamia fue instalado en diciembre. También tenemos un tomógrafo nuevo de 16 canales. El servicio de imágenes del sanatorio, es en donde todos los departamentos o los otros servicios del sanatorio se apoyan. Todo el sector de diagnósticos por imágenes está compuesto por radiología convencional, ecografía, tomografía computada, arcos en C dentro del quirófano, hemodinamia con todo lo que significa este proceso, porque no solo son cateterismos, sino que es el estudio de todas las arterias del cuerpo, con el intervencionismo, sin pasar por el quirófano. Este sector está dispuesto a trabajar las 24 horas, los 365 días del año, en relación con todos los demás servicios”, comenta Jorge.
“Somos varios los que integramos el servicio de imágenes, varios médicos, licenciados, técnicos, y entre todos formamos un gran mecanismo para lograr nuestro objetivo, es decir una buena imagen para llegar a un diagnóstico correcto”, destacó el licenciado.