Nunca es tarde: la filosofía de vida de Patricia Birchner

Conocé la historia de Patricia Birchner, una mujer que descubrió su verdadera pasión por la organización de eventos a los 40 años. Después de formarse en diferentes áreas, Patricia se dedicó a planificar, coordinar y dirigir eventos personalizados. Ahora, tras varios años de pausa, decidió retomar su carrera y sorprendió con un evento único y distinguido.

historias | Edición #86

La vida nos puede sorprender con situaciones que, aunque difíciles, pueden abrirnos nuevos caminos. La historia de Patricia Birchner es un ejemplo de cómo nunca es tarde para descubrir nuestra pasión. Su historia es conmovedora y un ejemplo de perseverancia y amor.

Nació en Lehmann, fue criada en Chaco y, años más tarde, se mudó a Rafaela. En sus inicios, trabajó en varios lugares y, luego, fue mamá full time durante casi dos décadas. “Eso fue lo mejor ganado en toda mi vida, porque estuve cien por ciento dedicada a mis tres hijas”, contó Patricia a Revista CHEKA. A pesar de ser profesora de inglés, nunca ejerció, y fue tras su cumpleaños número 40 cuando su vida dio un giro y descubrió su verdadera pasión: la organización de eventos.

La historia de Patricia Birchner es conmovedora y un ejemplo de perseverancia y amor.

Según nos comentó, esa época fue la más inspiradora de su vida. Viajó por todo el mundo (y lo sigue haciendo), y en esos viajes presenció recepciones cuando todavía no conocía todo lo protocolar. Así, le nació el interés por saber y conocer.

Patricia -o ‘Patri’ para su entorno más cercano- comenzó su camino organizando degustaciones de té. ¿Cómo surgió esa idea? La entusiasmó un sommelier profesional. En Rafaela no existían ese tipo de eventos y Patricia pensaba que no tenía idea de cómo llevarlo a cabo. Aún así, salió muy bien y fue la primera degustación guiada de té que se hizo en la ciudad.

Si cruzaban a Patri en algún lugar, ella era conocida como ‘la señora del té’, porque todos sus eventos eran en base a él. A raíz de eso, asistió a la Escuela Argentina de Té, donde se interiorizó mucho más, llegando a conocer todas sus variedades, con qué se maridan y qué propiedades tienen.

Así, organizó muchos eventos de té a beneficio. Es más, casi todos sus eventos fueron a beneficio de alguna institución. “Siempre me caractericé por no ir por el dinero. Si viene, claro, está buenísimo, pero si no cobro no me importa. Para mí, la satisfacción es otra”, aseguró Patricia.

Fue con el paso del tiempo que también se especializó en protocolo y ceremonial, relaciones públicas, wedding planner y asesoramiento de imagen. Patri atesora todos los certificados de todas sus formaciones debajo del vidrio de su escritorio personal. Ahí está su vida profesional. Hasta guarda las invitaciones de los eventos que organizó.

En cuanto a la organización de bodas, lo que más le gusta es la parte de la logística: planificar, coordinar y dirigir. Se adapta a cada presupuesto, asegurándose de que el evento sea una experiencia única y personalizada, tal como los novios desean. “Así debe ser, porque la boda tiene que hablar de ellos”, sostuvo. Se trata de un proceso de seis o siete meses previos al gran evento y, como deja ver, Patri es muy minuciosa en los detalles. La noche de la boda, por supuesto, está presente en cada momento para que nadie tenga que ocuparse absolutamente de nada. “Me encanta eso”, afirmó. Para Patricia, la satisfacción de ayudar a las parejas a tener el día más importante de sus vidas es la mejor recompensa. “Cuando ya estoy en el evento, no lo puedo explicar: es algo mágico”, añadió.

La carrera profesional de Patricia se detuvo cuando una de sus hijas enfermó y se dedicó a ella hasta el final. Fueron seis años de stand by y, luego, un periodo de mucha sanación. Esa experiencia le dio otro enfoque a su ser. "La muerte de mi hija me dio vida, porque ahora tengo otra perspectiva. Yo ahora entendí lo que es la vida, y actúo en consecuencia”, expresó.

Lo que más le gusta es planificar, coordinar y dirigir

Por supuesto, le costó retomar su labor de antaño porque, según comentó, se trata de un trabajo súper creativo donde se involucra con la felicidad de las personas. Aún así, tiempo más tarde, Patricia se encontró con una nueva oportunidad laboral: inauguró y trabajó como ejecutiva de ventas en el Hotel Amérian de Rafaela. Aunque fue un proceso que disfrutó, debió abandonarlo en el 2020. Desde ese año hasta hace poco, a finales de 2022, Patricia se centró en ella.

Decimos ‘hasta hace poco’ porque un buen día, uno como cualquier otro, Patri despertó con la firmeza y el coraje de reemprender ese camino que, a sus 40 años, había iniciado. Claro, su regreso llegó acompañado de un evento. Organizó un sunset -tipo after office americano- donde dejó su toque de distinción (algo que caracteriza a todos sus eventos). “Me gusta que la gente lo vea y diga ‘es el toque de Patri, es muy ella’”, manifestó entre risas. Para esa ocasión, una artista plástica pintó en vivo y permitió que cada invitado plasmara su energía en el arte.

Desde ese momento, Patricia renació con fuerza y volvió a dedicarse a su pasión por organizar eventos. Ahora, transita su vida con la convicción de hacer lo que le gusta.

Además de la organización de eventos, se dedica a explorar su creatividad en otras áreas, como el teatro y el canto. También practica meditación desde hace tres años. “Todo lo que puedo hacer, lo hago. La adrenalina no me la saca nadie”, reveló.

Patricia transita su vida con la convicción de hacer lo que le gusta

Lo que más le apasiona, sin dudas, es ser una buena anfitriona y hacer feliz a los demás. Tal es así que uno de sus próximos proyectos tiene que ver con la organización de un workshop, en el que ella misma enseñará cómo preparar una mesa formal y el arte de ser un buen anfitrión. La idea central es compartir su conocimiento con aquellos que deseen aprender.

En su cuenta de Instagram, Patricia se muestra coherente con lo que dice y hace, y siempre busca compartir contenido agradable y positivo. Su regreso, por supuesto, fue bien recibido por muchos, y está dispuesta a ayudar y asesorar en cualquier consulta relacionada con la organización de eventos. Su estilo es único y personalizado, adaptándose a las necesidades y gustos de cada pareja o cliente.

Su experiencia personal le dio una perspectiva diferente sobre la vida, lo que la lleva cada día a trabajar con más pasión y dedicación que nunca. “Me gusta hacer agradable la vida de los demás, sea con un evento o con una charla. Ésta es una etapa distinta a la de antes, y esta versión es la que me gusta”, remarcó.

Lo que más le apasiona, es ser una buena anfitriona y hacer feliz a los demás.

Patricia Birchner es un ejemplo de que nunca es tarde para encontrar nuestra verdadera pasión y para perseguir nuestros sueños. Su historia nos muestra que, aunque la vida nos ponga a prueba, siempre hay oportunidades para vivir con propósito y significado.