El doctor Federico Meuli Guzmán, médico gastroenterólogo, se dedica a la gastroenterología y la salud digestiva. Desde hace tiempo aplica sus conocimientos a los tratamientos de sobrepeso y obesidad, puntualmente al sector de gastroenterología y endoscopía bariátrica. Debido a su extensa experiencia en los balones intragástricos, decidió llevar a cabo el nuevo programa.

Allurion  inició en el año 2021, al mismo tiempo que se presentó en nuestro país. Este programa revoluciona la manera de perder peso, siendo una tecnología médica única. Ofrece una asistencia sanitaria sencilla y accesible. Se trata un balón intragástrico y sirve para el descenso de peso de manera rápida, sin cirugías, endoscopías o anestesia. Muchos estudios confirman que la mayoría de las dietas fracasan debido a la sensación de hambre, pero con esta nueva tecnología increíble, novedosa y muy eficaz, eso puede cambiar.

“El programa Allurion es un tratamiento para pacientes con sobrepeso y obesidad, ofrece un seguimiento multidisciplinario, acompañado de la nutrición, sumándole a ésta la actividad física”, comenta el Dr. Meuli.

El protagonista de esto es el balón intragástrico, que se caracteriza por hallarse en forma de cápsula y ser ingerible, por lo tanto esta herramienta se vuelve un tratamiento mínimamente invasivo, ambulatorio, de bajo riesgo y donde no se necesita de endoscopías ni anestesia para su colocación, tampoco para su eliminación.

“Este balón viene montado en una cápsula que se ingiere tomando agua y se controla por radiografía. El mismo da la sensación de saciedad, controla el hambre y se expulsa de manera natural”, informa el Dr., mientras explica  la forma en la que actúa el balón. “El proceso empieza con una consulta inicial, en donde se le hace una entrevista al paciente para conocer su historial médico, su relación con esta enfermedad crónica que es la obesidad y si tiene tratamientos previos, entender sus hábitos y finalmente si califica o no para este tipo de tratamiento”.

El descenso de peso puede ser dificultoso y a veces hasta llega a ser frustrante, sobre todo cuando no se ven los resultados rápidamente o tardan  en notarse. Es por esto que el programa no sólo se basa en la inserción de la cápsula, sino que detrás de Allurion hay todo un equipo que se encarga del acompañamiento nutricional para desarrollar nuevos y mejores hábitos y también un acompañamiento personal por parte del equipo de psicología. El paciente deberá pasar por una entrevista nutricional, también con la psicóloga del equipo y luego va a empezar a hacer su preparación médica, en donde va a haber una evaluación digestiva y médica clínica general.  

Luego de que todos los chequeos del paciente sean correctos y estén en orden, el paso siguiente es la implantación del dispositivo, el cual se realiza en un tiempo de no más de 15/20 min. Se ingiere la cápsula mientras se hacen controles radiográficos y una vez que el balón está implantado y posicionado, el paciente puede retirarse.

Lo sorprendente no sólo es la rapidez del proceso sino que Allurion brinda un kit con una balanza, la cual hace impedanciometría, es decir, mide la  composición corporal. El kit también incluye un Smartwatch que va a permitir conocer la evolución del paciente. Toda esa información se ve volcada a una App que Allurion ofrece para un seguimiento más cercano y correcto.

El tratamiento dura seis meses. El primer mes es de preparación, luego los otros cuatro meses le van a dar lugar al aprovechamiento de la implantación del balón. Transcurrido ese tiempo, se abre una válvula de seguridad y el balón se elimina de forma natural. Por último, el mes restante es de control post-balón. El tratamiento posterior es el seguimiento multidisciplinario y la evaluación permanente. Si es necesario se puede volver a reintervenir con un nuevo balón, a eso se llama un tratamiento secuencial con balones intragástricos. 

“Los requisitos para acceder al programa es tener un inicio de masa corporal que esté contemplado entre 27 hasta 39, siempre y cuando no haya una comorbilidad importante, todo eso se evalúa en la consulta inicial. El seguimiento es personalizado y después de eliminado el balón, lo que se hace es acompañar al paciente”, comenta el médico especialista. 

“El programa apunta justamente a lograr mejorar la salud de las personas, a controlar esta enfermedad crónica, a recuperar su bienestar, lo cual va a impactar fundamentalmente en su autoestima, en su metabolismo, en su sistema osteoarticular, disminuyendo su riesgo cardiovascular, mejorando sus funciones hepáticas, en todos los aspectos en donde el descenso de peso tiene más que un impacto positivo”, comenta Meuli.

 “Obviamente es un programa que va de la mano de hábitos nutricionales, sí va a haber un proceso nutricional específico en el momento de la implantación del balón, pero la idea es que después el paciente trabaje con la nutricionista, sus hábitos alimentarios y eso dure a largo plazo”, explica el Dr., refiriéndose a que no es solamente un tratamiento para el descenso de  peso, sino que es el primer paso para un cambio de vida más saludable.