Amanecía en Chilecito y mientras desayunábamos, armábamos la hoja de ruta para el día que teníamos por delante, el destino principal: “El oro del Desierto, LA JOJOBA”. Nos separaban 160 kilómetros hacia nuestro objetivo, sin demorar cargamos las cosas y hacia allá salimos. El sol iluminaba todo el valle, de un lado el nevado Famatina y del otro espinillos y cactus, dueños absolutos de la zona. Mientras el mate y la música, compañeros de viajes, nos escoltaban conducíamos por la famosa RN40, emblema nacional para los viajeros. Ya en el último tramo hay que tomar por la RN60. En esta parte de la ruta el desierto se apodera de las miradas. Cuando nos dimos cuenta, luego de dos horas de viaje nos encontrábamos en el ripio al cual debíamos esperar a Luis Andreu, persona encargada de llevarnos al tan preciado campo de Jojoba.

Luis nos contó que el arbusto de la jojoba (Simmondsia Chinensis) es una planta originaria del desierto de México y Estados Unidos y que en Argentina, especialmente en La Rioja, encontró el clima y suelo propicio para poder desarrollarse.  El fruto de la jojoba contiene una semilla de 2 a 4 cm de la cual se extrae lo que comúnmente llamamos Aceite de jojoba, aunque en realidad no es un aceite sino que es la única “cera vegetal” que existe.

Argentina es uno de los principales productores del mundo. Las fincas de Hohoba ya tienen 30 años. Maiken y su marido el Ing. Norberto Vinelli (los dueños de las fincas) vienen apostando a este proyecto que lleva mucho trabajo y esfuerzo y que cada año va creciendo.

También allí nos encontramos con el Ing. Garmendia que nos explicó que la zona es muy desértica y que requiere especial cuidado y de riego por goteo para dar el agua, que extraen de pozos muy profundos, en la cantidad justa y las plantas crezcan adecuadamente. Cada parcela tiene un nombre y de las mismas se van seleccionando las plantas que mejor rendimiento dan para poder replicarlas y así maximizar la producción.

El aceite de jojoba es muy preciado dentro de la cosmética debido a su alto contenido de ceramidas y su gran estabilidad. Restaura el equilibrio de la piel y cabello, contribuye a controlar la producción de sebo y humedad, devolviendo la flexibilidad, suavidad y brillo a la piel y fibra capilar. Por estas razones lo incluimos en nuestra línea capilar, corporal y facial.

No hay palabras que describan lo que sentimos al visitar las fincas de jojoba de Maiken. La única forma de llevar adelante algún proyecto en ese árido lugar, es sentir pasión por lo que uno hace. Así pudimos apreciarlo de la mano y las palabras de Luis Andreu, el Ing. Garmendia, el Ing. Norberto Vinelli y Maiken entre otros.

Esa misma pasión es la que nos mueve para conocer el origen de las materias primas que usamos en nuestros productos para que cuando lleguen a sus manos sientan toda la energía que surge desde sus semillas.

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Gracias @jojobapremium_hohoba por dejarnos visitar la finca.