arte y cultura | Edición #84
De este emprendimiento se encarga Magui y Sergio, una pareja que decidió hacer algo distinto, y a la vez ayudar a las personas. “El camino nos llevó a buscar vivir de otra manera, y a poner en práctica nuestras habilidades. Así, lo natural, lo saludable, empezaron a instalarse en nuestras vidas, no solo desde la alimentación y el ejercicio, sino estando más atentos a nuestros pensamientos, emociones, y a cómo queremos transitar la vida. Con altibajos, pero con mucha perseverancia vamos haciendo el camino que elegimos”, comentan.
¿Qué lugar tiene en nuestras vidas la comida? ¿Todo lo que elegimos verdaderamente nos alimenta? ¿Nos damos el tiempo necesario para disfrutar y apreciar los alimentos? ¿Qué pensamos y sentimos cuando comemos? ¿Nos preparamos físicamente antes de empezar el día? Son preguntas que nos hacemos muy pocas veces, y para eso, ellos explican “en cuanto a la elaboración de los productos, la realizamos con materia prima seleccionada, en su mayoría productos orgánicos, sin conservantes ni azúcares refinadas. Utilizamos harinas integrales, de avena, arroz, algarroba, coco, nuez, etc. Azúcar mascabo orgánica y miel de primera calidad. Aceites de coco, oliva y girasol. Usamos huevos de gallinas libres, frutas frescas y secas seleccionadas entre otras cosas.
Pero también pensamos la presentación de los desayunos y meriendas buscando el mayor grado de sustentabilidad y reutilización, para que quien lo reciba no tenga que descartar nada y pueda reinventarlo. Evitamos usar plásticos, en su lugar usamos mayoría de vidrio, por ejemplo, hemos creado hasta nuestras propias tazas, con frasquitos de yogur que nos regalaban nuestros amigos y conocidos. Todos los que nos conocen nos guardan frascos, de mermelada, café, yogur, jugos, soda etc…Somos recicladores porque “para algo lo vamos a usar”. Usamos cucharitas de bambú, papel reciclado para imprimir las tarjetas que armamos con las dedicatorias, retazos de telas para hacer nuestras guirnaldas, corchos para hacer los tapones en las botellas y demás. Todo lo que podamos rescatar y reinventar bienvenido sea”.
En cuanto a este emprendimiento y al cariño que hay detrás, Magui y Sergio explican “generalmente se regalan nuestras creaciones para celebrar ocasiones especiales. Por eso buscamos que quienes las reciban puedan disfrutar más allá del placer que dan nuestros cinco sentidos a través de los sabores, las texturas, los aromas; expandiendo esa experiencia con sensaciones de bienestar, gratitud, alegría, sorpresa, amor permitiéndoles saborear ese momento del día de una manera más intensa. Consideramos que transmitir esto, y que se propague, no es solo ecológico y saludable para uno mismo, sino que repercute en el bienestar de la familia y seres queridos y de la sociedad en general”.
Un desayuno diferente tiene una original manera de ofrecer sus productos, de una forma muy creativa. No solamente en sus creaciones, sino que detrás de cada desayuno está la idea de transmitir sensaciones y sentimientos.
“Agradecemos infinitamente a todos los que día a día valoran nuestro trabajo, eligiéndonos a la hora de hacer un mimo, valorando lo artesanal y casero, con sus likes, comentarios y siguiéndonos en las redes. Y sobre todo cuando vemos esas caras de alegría, sorpresa, felicidad cada vez que entregamos un pedido. Sentir que somos un nexo de amor entre dos o más personas nos hace seguir apostando a este emprendimiento simplemente maravilloso”, expresan Sergio y Magui.
Este trabajo en conjunto cumple cinco años en el mes de octubre, “y ya estamos pensando cómo vamos a agasajar a las mamás en su día”, finalizan.
En las redes sociales se puede encontrar toda la información:
Instagram: un.desayuno.diferente
WhatsApp: 3492-274086