Es una técnica mínimamente dolorosa y con ella se consiguen muy buenos resultados, en rostro, cuello y escote. El plasma rico en plaquetas contiene abundantes factores de crecimiento, sustancias que ayudan a que se generen nuevos vasos sanguíneos en la zona que infiltramos llegando más nutrientes a la misma y, que nos ayudan a aumentar la proliferación de células y de fibras, entre ellas algunas tan interesantes y conocidas como el colágeno y la elastina, que dan consistencia a la piel.

Existe una respuesta inmediata y otra tardía... El primer efecto aparece a los dos días aproximadamente y es el aumento de luz en la piel, y la mayor tersura, y a los 20, 30 días, aparece el aumento de tensión y la mejoría en manchas.

En el caso del tratamiento PRP en el cuero cabelludo, es uno de los que mayor volumen proporciona y esta indicado para cabellos debilitados, en periodo de caída activa o que hayan perdido su grosor.
Los folículos pilosos van absorbiendo los nutrientes y demás componentes según los van necesitando, por lo que su efecto es prolongado, pudiendo llegar a durar hasta un año después. Lo conveniente sería reaplicar cada año, en época de caída o si el paciente sufre otros problemas que pueden provocar debilidad, como una situación de estrés.

• Aumenta el grosor de la capa superficial de la piel y del cabello.
• Reduce arrugas, cicatrices y estrías.
• Combate la flaccidez cutánea y disminuye los efectos del daño solar crónico.
• Ayuda a combatir la alopecia, ya que cambia y favorece el ciclo de crecimiento capilar.
• Se puede combinar con otros tratamientos estéticos para acelerar el rejuvenecimiento.