salud | Edición #77
La felicidad se demuestra con una sonrisa, cuando más amplia, más felicidad. Y es aquí donde una sonrisa perfecta se convierte en el bien más preciado, ya que es el símbolo externo del gozo y el disfrute, que tiene que hacerle sentir a los demás, la felicidad del momento.
Tu sonrisa es única, irrepetible, es tu carta de presentación ante los demás. Es la mejor joya que tenés para lucir, 32 piezas naturales del mejor esmalte. Por estos motivos, amala, valorala, cuidala, mostrala… ¡disfrutala! Con ella podés asentir, consentir, complacer, seducir, enamorar, agradecer y contagiar, porque siempre es positiva. Es tu bien más preciado. Sonreír te hace feliz, y hace feliz a los demás.
Una sonrisa agradable es una herramienta importante para generar confianza, seguridad, credibilidad y gratitud. Mejora la capacidad comunicativa y facilita la relación con los demás. La expresión facial se vuelve más agradable y aumenta tu atractivo, hace que los demás te vean como una persona amable, cordial y feliz consigo misma. Esto abre puertas a nivel personal y profesional, también suaviza el comportamiento de los demás y logra que el otro se sienta más a gusto con tu compañía. Una sonrisa mueve emociones, pero también debe ser oportuna.
Además es una de las expresiones faciales más bonitas, y la que más sentimientos y emociones puede llegar a transmitir.
La sonrisa es innata y universal, la traemos al nacer. Pero se va perdiendo por aprendizaje y condicionamientos sociales.
Hay varios tipos de sonrisas, hoy hablaremos de dos.
Una es la sonrisa máxima, sincera, espontánea o verdadera (de Duchenne). En la misma se movilizan 2 grupos musculares: los de la boca, que hacen que haya más exposición dentaria y de encías; y los de los ojos, que actúan de manera involuntaria y los hacen ver “achinados”. Este último factor es clave para distinguir una sonrisa sincera.
La sonrisa verdadera parece no ser sólo una expresión momentánea de las emociones, sino una manifestación externa de una forma de vivir la vida.
En cambio la sonrisa social o de compromiso sólo involucra los músculos del contorno de la boca, los cuales sí podemos controlar de manera voluntaria.
Ambas se generan en diferentes áreas del cerebro: la sincera está dirigida por el sistema límbico, encargado de las emociones; y la social o forzada, por la corteza motora encargada de la planificación y la racionalización.
Si nos encontramos con alguien que sonríe y además su sonrisa es bonita, se produce un “efecto espejo” a nivel cerebral, y tendemos a responder con una sonrisa también.
Cuando vemos un rostro atractivo, se activa una región de la corteza frontal del cerebro relacionada con la recompensa sensitiva. Pero cuando este rostro presenta además una sonrisa bonita, dicha zona se activa de forma más potente.
¿Sabes qué es lo primero que observan los demás de tu imagen? El 47% tu sonrisa, el 31% tu mirada, el 11% tu perfume, el 7% tu ropa y el 4% tu cabello.
La sonrisa debe ser armónica con tus rasgos faciales y verse bella, la mires desde donde la mires.
“Todos deberíamos saber todo el bien que una simple sonrisa puede hacer” Madre Teresa de Calcuta.
El valor de una sonrisa según Mahatma Ghandi:
“Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho.
Enriquece a quienes la reciben sin empobrecer a quienes la dan.
No dura más que un instante, pero su recuerdo a veces es eterno.
Nadie es demasiado rico para prescindir de ella.
Nadie es demasiado pobre para no merecerla.
Da felicidad en el hogar y apoyo en el trabajo.
Es el símbolo de la amistad.
Una sonrisa da reposo al cansado.
Anima a los deprimidos.
No se puede comprar ni prestar, ni robar pues es una cosa que no tiene valor, hasta el momento en el que se da.
Y si alguna vez se tropieza con alguien que no sabe dar una sonrisa, sé generoso y dale la tuya.
Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como el que no puede dársela a los demás.”
Hablemos sobre los beneficios de sonreír
La propiocepción es un sistema de comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Mediante esta vía, el cerebro manda la información a los músculos de la sonrisa de que algo te pone contento, y les da la orden de sonreír.
Pero también pasa a la inversa. Si sonríes, aunque la sonrisa no sea genuina, tu cerebro interpreta esa información que los músculos le envían, entiende que estás contento y tu estado emocional empieza a cambiar hacia el optimismo. Te sentís más alegre.
La teoría de la retroalimentación de Charles Darwin, dice que incluso la simulación de una emoción podría provocarla realmente en la mente.
Cuando sonreímos, el cerebro libera sustancias químicas, como endorfinas, serotoninas y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo. Se asocia a la sonrisa la reducción de los niveles de hormonas causantes del estrés (adrenalina y cortisol); esto ayuda a bajar la presión arterial.
Sonreír es casi un fármaco natural.
Si bien la belleza es subjetiva y depende mucho de quien la ve o la interpreta, los odontólogos contamos con conocimientos que te pueden ayudar a mejorar tu sonrisa, por ejemplo:
-Valoramos la curva de la sonrisa y su armonía con el rostro.
-Evaluamos la línea media dentaria y facial, el protagonismo de los incisivos centrales superiores, el tamaño y proporción de cada diente y del conjunto.
- Valoramos la relación de los incisivos superiores con los labios en una sonrisa de perfil, los espacios negros entres los dientes o en la zona de papilas gingivales.
- Medimos cuánto hay de exposición dentaria al hablar y sonreír.
-El color de los elementos dentarios es fundamental.
-También son importantes los labios, su morfología, longitud, ancho, volumen, simetría y grosor.
Para lograr una sonrisa atractiva, podes consultar a tu profesional de confianza para que te asesore, ya que la odontología cuenta con tecnología 2D y 3D para poder mostrar a los pacientes cómo quedará su boca al finalizar el tratamiento. Incluso, antes de comenzarlo, se pueden hacer maquetas o férulas (mock up) que simulan el tratamiento, para que el paciente opine y haga correcciones.
Hoy en día, tenemos un gran abanico de posibilidades para mejorar tu sonrisa. Todas las ramas de la odontología intervienen para lograrlo, como por ejemplo: la Ortodoncia, para alinear los dientes, con sus diversas formas de tratamientos (desde alineadores transparentes y brackets, hasta Cirugía Ortognática para corregir defectos en los maxilares); la Operatoria, para lograr obturaciones más estéticas; con Implantes y Prótesis se pueden reponer elementos faltantes; la Endodoncia, que se emplea cuando está afectada la pulpa y existe dolor; el Diseño Digital de Sonrisa utiliza carillas para devolverle a los dientes forma, tamaño, color y función; la Armonización Orofacial utiliza distintas sustancias para un resultado integral encuadrando la sonrisa en un todo que es el rostro; la Odontopediatría, que interviene desde muy pequeños para que el crecimiento sea armónico (con Ortodoncia Interceptiva u Ortopedia de los maxilares); la Periodoncia mejora el estado y la estética de las encías. A todo esto, le sumamos técnicas de blanqueamiento o aclaramiento dentario, diagnóstico y planificación por imágenes y la salud de la articulación temporomandibular.
Quiero agradecer sinceramente a las personas que interpretaron la esencia de este mensaje y lo materializaron a la perfección con bellas fotografías, porque “una imagen vale a veces más que mil palabras”. Ellos son Guillermo Reutemann de Negativo 1 (PH), Irina Karlen (modelo) y Victoria Anaya (maquillaje y estética).
Dra. Daniela Alassia
Odontóloga MP 75/01
Especialista en Ortodoncia