“Moverme era lo que buscaba y necesitaba, rodearme de creatividad, nuevas reglas, nuevos ritmos, nuevos idiomas, compartir con mis amigos de acá, los nuevos que aparecieron y aparecerán” confiesa el artista local.

La situación actual que se vive a nivel mundial por la pandemia del Coronavirus encontró a Gabriel Sciutto en la ciudad de L’Aquila, ubicada en la región montañosa de Italia. Allí desempeña de modo freelance la inventiva y redacción de campañas para Social Agencia (@socialagencia), donde está transitando el séptimo año laboral con sus compañeros Mauro, Mechi y Viki, equipo que apoyó y facilitó cierto poder de adaptación durante todos estos años en sus viajes. En simultáneo se encuentra desarrollando y fortaleciendo su lado artístico, especialmente como ilustrador, el gran motivo de su viaje. “Muchas actividades como las disciplinas que me gustan, se complementan, una lleva a la otra, como por inercia. Creo que todo es resultado de evolución personal”. Hoy en día el principal enfoque está concentrado en sus dos grandes pasiones: el registro de viajes en fotografías e ilustraciones.

Sin embargo, el aislamiento por la pandemia que experimenta el mundo entero, hizo que Gabriel replantee y reprograme sus jornadas italianas. El país en donde está radicado actualmente es uno de los más afectados por el virus Covid-19, no obstante, la ciudad en la que se encuentra el artista está fuera de la zona roja, aun así, cumple con todos los recaudos necesarios para la prevención impuestos por las autoridades italianas.

En tanto a su labor diaria, el artista asegura que no se encuentra afectada debido a que su atelier y oficina, lugar donde se gestan sus ideas y trabajos creativos, están montados en el mismo piso en el que vive. Aun así, anhela el momento de poder reanudar sus encuentros sociales y paseos por los lagos y montañas que tanta inspiración le brindan, como también ansía reactivar su agenda para las muestras y exposiciones en el continente europeo para el próximo verano, que poco a poco comienza a asomar, con la ilusión de dar a conocer sus habilidades y pasiones.

Su arte está completamente conformado por obras íntimas, románticas, libres y muy coloridas. En su técnica ilustrativa predomina el uso de lápices y fibras de colores sobre el papel, buscando el fin de poder destacar las tramas y estampas para transmitir la sensación de esa textura ilustrada, como también el sentimiento de las personas en escena. Esa vida simple y fresca que llevan sus amigos y compañeros de viajes en escenas cotidianas de su vida, es el hilo que conecta todas sus obras. Una de sus principales peculiaridades es que nunca deja de buscar sensaciones y experiencias innovadoras para hacer arte, por lo tanto, confesó que se encuentra experimentando sobre otros soportes y escalas, como telas gigantes, generando lo que él mismo define como “obras banderas”.

Gabriel tuvo la oportunidad de exponer en sus muestras el arte que generó durante los años de sus carreras, entre ellas se recuerdan: “TENEMOS TODO”; Rafaela, junio 2017 / “PANORAMA”; Buenos Aires, septiembre 2018 / “SENTIMIENTOS ENORMES”; Rafaela, abril 2019, antes de iniciar su actual viaje. Ya en suelo italiano, realizó su primera muestra en marzo de este año. Su sello personal de ilustraciones desenfadadas está grabado en muchas colaboraciones para marcas de ropa, editoriales, revistas y bandas de música tanto nacionales como europeas, algunas de ellas ya vieron la luz y otras están aún tomando forma y ultimando detalles en este momento. Sin embargo, dadas las condiciones de la pandemia, la agenda del artista que tenía programadas muestras próximas en Italia y Barcelona, está en un estado de stand by hasta que todo se solucione, priorizando su buen estado de salud.

“Mi enfoque está puesto en el registro de mis viajes en fotografías e ilustraciones”

La creatividad es una manifestación artística que sorprendió a Gabriel en su vida. Al finalizar sus estudios secundarios, inició la carrera de Contador Público, que luego abandonó, asegurando que el tecnicismo que caracteriza esa profesión no lo llenaba de forma pasional, por lo que años después se dio cuenta que necesitaba trabajar en algo más cercano que implicase una mayor complejidad emocional. “Me costó mucho esa etapa de plantear a mi familia dejar la carrera, superado eso, me relajé y la disfruté mucho”, confiesa. De esta forma tomó la decisión de comenzar a trabajar para así poder descubrir de alguna manera qué era lo que necesitaba realmente, lo que quería para su vida profesional. Fue así que trabajó durante varios años en una cadena de perfumerías de una familia amiga, donde descubre el mundo editorial y da rienda suelta a su affaire por el mismo. Sus primeros trabajos allí fueron en conjunto con el equipo de diseño, realizando publicaciones básicamente fotográficas, bocetos y de textos relacionados a las experiencias de belleza y moda. “Me sorprendía y divertía mucho” recuerda Gabriel sobre sus primeros pasos.

Así descubrió que la fotografía, el diseño y la comunicación parecía ser su hábitat y empieza a investigar, estudiar y capacitarse en esas ramas y en el mundo de la ilustración, todos estos caminos los termina de explotar cuando decide cambiar de trabajo, desempeñándose como creativo en una agencia de comunicación y creatividad.

“Este año lejos de casa ha sido muy intenso y disfruté mucho con todo lo que hice. Quiero seguir haciendo lo que me hace feliz y sobre todo hacer realidad todos los proyectos personales y grupales que se presentan, luchando aquí o donde sea. Eso lo tengo muy claro e ilustrado”, reflexiona y finaliza el multifacético Gabriel, quien deja su sello artístico y personal alrededor del mundo.